sábado, 10 de septiembre de 2011

Viale al sexo


Entre tantos secretos, misterios y profundas inquietudes, hay quienes se sienten agobiados e interesados por dar soluciones a tantas cuestiones que en nuestra mente viajan y trascienden, por largos túneles que a la vez, se convierten en laberintos de fácil acceso, pero de un escape complejo; además, son motivos generadores de intereses comunes, sobre los cuales, prima una idea subjetiva que del mismo modo se convierte en una obsesión que se transforma en un tiquete a otra dimensión. 

Treinta mil años atrás. Eddno, un ser que nació físicamente como hombre, se comportó como hombre y vivió como hombre, durante sus primeros 19 años de vida, pero que había experimentado inclinaciones, pensamientos, emociones y sentimientos diferentes a los de otros de su mismo sexo; sólo tenía el deseo de poder convertirse en una mujer, aunque convenientemente su situación masculina fuera de mayor superioridad y ventaja ante las féminas.  

Eddno, vivía en un planeta (Machote), regido por normas de carácter machista, un lugar en donde las mujeres no tenían su espacio ni podían tomar sus propias decisiones, un territorio violento, que desenfrena y cruelmente castigaba a los que de alguna forma contradecían sus reglas e ideologías; un lugar reprimido y sujeto a situaciones realmente repugnantes y desagradables, en un sentido de punición referido a las bellas y esbeltas mujeres que en éste habitaban. Vale aclarar que era un planeta de gran riqueza: natural, económica e intelectual. Sin embargo, tenían decadencia en la parte espiritual, emocional y mística, algo que era extremadamente abundante en Eddno.

A pesar de la situación en la que Eddno se encontraba, él sólo tenía mente para pensar en su más grande anhelo: convertirse en mujer; pues era en donde su inteligencia emocional siempre acudía. Para lograrlo, tenía el remedio, invocar a su dios del sexo llamado “Gameto”, a quien se le atribuía el poder del cambio de sexo si realmente era deseado.

Para Eddno, era muy fácil la conexión  con su dios, pues su deseo, prácticamente  era una realidad; sin embargo, su madre, quien había sufrido dramáticamente la cruel realidad de su planeta y sus desniveles, era el motivo que detenía su trascendencia, aunque ella fuera su máximo apoyo.

Finalmente, llegó el día en que Eddno estaba completamente decidido a ejecutar su deseo, para ello, tenía que dormir desnudo a la luz de las 8 lunas de su planeta, enfocar la mirada hacia el Planeta Fecundo (planeta del dios Gameto), y conectarse místicamente con su deseo. Mientras que Eddno lo hacía, una extraña esfera blanca y  con poca opacidad denominada “Cigoto”, lo absorbió, Eddno perdió el conocimiento y dejo de sentirse vivo parcialmente, hasta que llegó a Fecundo convertido hecho toda una mujer.

Por: Andrés Velásquez 


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