lunes, 31 de octubre de 2011

Fiesta del libro

Siempre me ha gustado la lectura, desde pequeño mis padres me inculcaron el hábito de leer todas las noches, por eso se me transformó en algo normal de mi vida y lo hago sin ninguna obligación.

La verdad me gusta leer todo tipo de lecturas que van desde historia, aventura, cultural, comunicación, mercadeo, política y relaciones públicas; pero como todo el mundo tengo cosas que no me gusta y son las historias de auto superación o autoayuda.

Entonces cuando fuimos a la fiesta del libro en la clase de lenguaje y creatividad no me molestó, antes me gustó porque en este lugar podría ver los nuevos libros que están en el mercado, relacionados con los temas que me gustan.

Fui con tres compañeros más, recorrimos todos los stands apreciando la gran variedad de libros que se encontraban y las distintas personas que se encontraban en ese lugar, que iban desde los niños de guardería que les leían libros para éstos, hasta personas mayores que encuentran en la lectura un espacio de parsimonia y descanso.

Las personas encargadas de informar sobre los eventos lo hacían muy bien pues representaban a personajes de historias o personas de otros países, de esta manera atraían a los distintos espacios donde se estaba realizando o se iba a realizar algún evento relacionado con los libros.

Jose Mauricio Ospina

Feria del libro


Por: Andrés Velásquez

Por: Susana Trujiillo Betancourt


INFORME MDE11

Este año en Medellín se esta desarrollando el MDE11 un evento organizado por el Museo de Antioquia que busca  crear espacios de encuentro para los artistas de Medellín y el mundo donde se puedan compartir experiencias y conocimientos, poniendo a Medellín como un a ciudad abierta para el intercambio artístico y cultural. El lema es “enseñar  y aprender, lugares del conocimiento en el arte”  con esta eslogan se describe muy bien el objetivo de este encuentro ya que en cada actividad se exponen experiencias donde el arte sirve de vehículo para el conocimiento y viceversa, mostrándonos como el arte no solo sirve como experiencia estética o conceptual sino que se puede dar usos pedagógicos que ponen en contacto de una manera diferente al ser con el conocimiento.

En la programación del MDE11 tuvieron cavidad muchos temas y varios exponentes, cada uno con experiencias diferentes, en este caso nos enfocaremos en el conversatorio que se realizo el 29 de octubre, Interlocución vídeo- Corporación Pasolini,donde el arte audiovisual fue protagonista, mostrando diferentes casos en que las personas del  común se apropiaron de los medios para contar sus historias y con esto llevar a cabo un proceso de expresión e intercambio de conocimientos que quedaban plasmadas en videos y fotografías, Pasolini, Platohedro y Delta 9 cada  uno de estos colectivos nos introdujo en su trabajo y nos enseñaron como usan  las imágenes para generar procesos pedagógicos.

Pasolini:
La Corporación Pasolini se destaca por generar procesos con comunidades su lema es “desarmar mentes” y su metodología consiste en darle herramientas técnicas y conceptuales a las comunidades especialmente jóvenes para que cuenten y den su visión sobre su entorno, no solo se trata de manejar una cámara o tomar una buena fotografía el énfasis esta en reflexionar sobre su contexto y contar historias que den cuenta de esos temas y realidades que tocan el día a día de las personas, en este sentido la principal herramienta es la mirada.

Este vídeo fue realizado por niños y niñas que mostraron su punto de vista del abuso infantil logrando visibilizar esta problemática generando reflexión en su comunidad.

Platohedro:
Una corporación que impulsa procesos comunitarios con énfasis en el manejo de TICS y medios audiovisuales uno de esos proyectos  es “Moción de claridad” este proyecto permite que la comunidad genere contenidos que visibilicen sus problemáticas y pongan en la escena publica temáticas que poco son difundidas en los medios tradicionales, mas allá de la estética de sus videos es la oportunidad para que las personas se apropien de herramientas y comiencen poner en circulación sus pensamientos y sus posiciones frente a temas de interés  para sus comunidades.

En este video la reflexión va encaminada hacia el tema ambiental y con un formato muy experimental las personas logran transmitir su posición critica de sobre la manera como los humanos estamos acabando con los recursos naturales.

Delta9:
Fotógrafos  profesionales que en alianza con Platohedro  realizan intervenciones urbanas, apropiándose de espacios de ciudad, instalando un estudio fotográfico en cualquier calle o acera, allí personas del común tienen la oportunidad de ser retratadas logrando con estas imágenes transmitir una imagen natural y muy expresiva de cada persona retratada, en este estudio improvisado seda rienda suelta  a sus expresiones y terminan mostrando la esencia de su ser.



Estos tres ejemplos podemos ver como se pueden abordar diferentes lugares y comunidades de la ciudad para intervenirlos con herramientas comunicativas,  generando obras que sirven para que las personas entren en dialogo con el mundo, una foto, un vídeo es el medio perfecto para que las comunidades despierten su sensibilidad y logren ver a través del lente de una cámara sus realidades, extrayendo de ahí todo su potencial, logrando comunicar problemáticas y situaciones para la reflexión y el aprendizaje colectivo, historias aparentemente insignificantes tiene su espacio y son narradas por los propios protagonistas.

Joanyfer Fragoso

jueves, 27 de octubre de 2011

FERIA DEL LIBRO


Fiesta del libro y la cultura.



Aunque fue un poco carrereado en el momento que el profesor nos dijo que íbamos a ir a la fiesta del libro, la verdad hubo algo de confusión, a casi todos nos tomo de sorpresa sin embargo nos embarcamos a un mundo diferente donde la lectura y los libros son tus mayores cómplices.
Hay que reconocer que tenia algo de pereza ir a aquel lugar ya que fue todo muy rápido e ir hasta tan lejos me causaba algo de incomodidad, pero en años anteriores había tenido la oportunidad de ir y disfrutar de  esta gran fiesta y evidentemente desde el mismo instante que pisas el suelo del jardín botánico un mundo nuevo viene a ti donde se mezclan los colores, idiomas, olores, donde las letras flotan y se mantienen en el tiempo envolviéndote en un  tornado  de textos, letras, historias y vidas por leer.
Durante el recorrido hubo varias stands que me llamaron la atención como por ejemplo el stand donde había unos tableros gigantes y le teníamos que copiar algo positivo a Antioquia, donde nos toco hacer una pausa y hacer memoria  de lo bueno de Medellín,   de lo positivo algo que nos guiara y nos dijera porque es la mejor cuidad del mundo según muchos, al fin de cuentas solo nos toco escribir “Medellín es una chimba” citado por nuestro amigo Juanes ya que después de mucho pensar no llegamos a una buena conclusión.
Durante el recorrido se pueden vivir muchos estados de animo donde viene a flote la risa el llanto hasta la melancolía se mezcla en este colofón de sentimientos que nos hizo recordar nuestra infancia con tantos personajes salidos de las paginas de los libros, donde caminar por cada rincón del jardín botánico se vuelve algo único y que definitivamente es algo para disfrutar, recorrer y comprar.

Por: Mariana Parra Escobar.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Entre maldiciones e hijueputazos, Starck esperaba.


El día no iba bien, la semana no había empezado de la mejor manera, las actividades se sumaban una tras otra, los trabajos y los profesores parecían no estar de nuestro lado, del lado de los estudiantes. Yo sólo pensaba en la mejor forma para optimizar el tiempo, sacármelo de donde no existía, contaba cada segundo libre para adelantar, sin embargo sabía que ese día, al igual que los 3 días anteriores, lo que iba a dormir era casi nada.
Después de un almuerzo tipo Fórmula 1, llegó el momento de ir a clase, eran las 2pm, yo me mentalizaba para 4 horas de Lenguaje y Creatividad, pero a decir verdad, sólo iba a asistir a media clase, no tenía otra opción.
 Al llegar al salón nos cogió por sorpresa el anuncio de que la clase se iba a dar en otro lugar; pero no era otro salón, era al otro lado de la ciudad, íbamos a asistir a la Fiesta del Libro y la Cultura. En mi cabeza sólo rondaban los interminables  trabajos y responsabilidades que parecía que nunca iban a terminar, el cierre de notas del 20% me agobiaban, todo parecía ser un caos. “Para el Jardín Botánico muchachos, allá nos vemos”, esas fueron las palabras de Josué al salir del salón;  a mi me provocaba coger para otra parte,  aprovechar ese tiempo para otras materias, cualquier minuto que pudiera sacarle a la tarde me serviría enormemente. Después de meditarlo unos cuantos minutos, me dispuse  con otros 3 compañeros para dirigirnos a la dichosa Fiesta de la cual no quería ser invitado, Fiesta a la cual nunca había asistido y si no fuera por la presión de la toma de asistencia y la asignación de una actividad en ese lugar, muy seguramente no hubiera ido.
Comenzó el viaje, cerré los ojos, volví a abrirlos y ya me encontraba en el Jardín Botánico, todo el camino dormí, pero parecieron 30 segundos de recorrido, el agotamiento era abrumador, caminaba gracias a una energía divina que no permitía que me fuera a dar de bruces con el suelo. Yo necesitaba que el profesor nos viera, que se diera cuenta que habíamos asistido al evento. Realmente, no estaba en el lugar con la disposición indicada, todo me parecía atacado, los personajes que deambulaban por el lugar me acrecentaban el mal humor, deseaba teletransportarme al lugar donde necesitaba estar, la Universidad. Mientras caminaba y caminaba, viendo sin observar, hice un alto en el camino, un libro relució, sentí que me había llamado, que había estado esperando por mí durante toda la Fiesta, ese libro pedía a gritos, o mejor dicho, a letras, que lo sacara de donde estaba, que lo ojeara, lo oliera, lo tocara, lo sintiera, lo viviera. ¿Qué podría ser más importante en ese momento que poder tener en mis manos toda una colección de libros sobre diseño? El sueño, las ganas de dormir, los trabajos pendientes, todo eso se fue pa´l carajo, yo estaba teniendo una cita con uno de mis amores, el diseño.
Fuentes tipográficas, ilustraciones, rayas, círculos, logos, fotos, poco texto, mucho contenido; eso era lo que necesitaba, algo que me sacara de la situación en la que estaba. Phillipe Stark, a través de su biografía dio inicio a ese encantamiento que cada vez se hacía más fuerte; sus creaciones, sus edificios, sus exprimidores, sus bocetos, todo era digno de total admiración, ese hombre en algún momento revolucionó la concepción de “diseñar” junto a otros tantos colegas, que se encargaron de darle un cambio a lo que venía siendo rutinario y aburrido. Formas orgánicas y poco detalle, sin descuidar la intensión de la pieza, era simplemente magnífico.

Sin sentirlo, pasaron cerca de 50 minutos, yo estaba literalmente, embobado, me sentía como un niño en una juguetería, quería todos los libros de publicidad y diseño para mí. Hasta hice cuentas mentales de materia económica, esculqué los rincones de la billetera, cualquier centavo era bienvenido. Cuando pensé tener la suma necesaria, hice la pregunta del millón: “¿cuánto cuesta este libro?” Todo se silenció a mi alrededor, esperaba con ansias una respuesta alentadora, que me terminara de alegrar el día, ese día que había iniciado tan mal. “Si señor, ese libro cuesta doscientos cincuenta mil pesos”, no dije nada, casi me trago la lengua, los ojos se me quería estallar, esa cifra superaba mi presupuesto y lo hacía ver como una insignificancia, me aterrizó.
Viendo la hora, vuelvo a entrar en preocupaciones, mi cabeza se llena otra vez de mil pensamientos debido a las entregas. Todo volvió a la terrible normalidad.
Fue increíble ver cómo un simple libro, un montonsito de hojas, una sobre otra, pueden generar en una persona una reacción emocional tan profunda, sacándolo de la realidad, sin importar cuál sea ésta; un libro no necesita ser buscado, el libro busca al lector, entre ellos se crea esa conexión, tal como me sucedió. 




Por: Carlos Quintero F.

martes, 25 de octubre de 2011

uno buen libro


Las primeras páginas de mi libro, contaban vidas a medias de algunos que trabajan en el arte de llenar a los otros con algo rápido y barato. Caras quemadas por el sol, de cachetes colorados y muchas pecas, me quisieron dar la bienvenida a la nueva historia que empezaba a leer.

Por alguna razón, empecé a perseguir a un señor flaco y alto, con sombrero de copa y lentes pequeños por todo el lugar, era como un guía que se perdía cuando quería, al que encontraba cuando me paraba a hacer nada.
Muchos rostros de personas conocidas y de otras que ignoraban se vinieron de frente, conocía el nombre de algunos y a otros tal vez los recordaba cuando leía sus nombres, y como llegaban pasaban, armando algo como un collage en mi cabeza, y al fondo, el alto flaco al que parecía perseguir.

El collage cambió de pronto y cambié de capítulo, porque empecé con un érase una vez un jardín gigante como el de los castillos de cuentos, pero con menos flores y más gente, con menos realeza y más plebeyos… o eso parecía. Entonces me interné en un mundo de muchas letras, de muchas personas, de muchos niños, de gente diferente y parecida y de un señor con pequeños lentes.

El jardín marcaba caminos diferentes, no seguí ninguno o tal vez los seguí todos. Leí sobre una tarde soleada con niños jugando y corriendo, cantando cuentos, bailando historias. A veces, como en un circo, payasos me contaban más historias dentro de la mía, otros acentos me llamaban la atención y le agregaban música a mi libro.

Persiguiendo, o guidada por el mismo señor, casi me metí en otros cuentos pero algunos malvados me cerraban la nueva fantasía en las narices, conocí de dummies, y hasta me sentí uno, me encontré con vampiros, hombres lobos y todos esos que se han vuelto “clásicos”, que best sellers y todos esos títulos que se dan hoy en día porque sí. Me topé con muchos, hasta con Sherlock Holmes, incluso un par de viejas me querían leer las cartas pero me hice a un lado, porque ellas no parecían lo que yo quería encontrar.


Caminando un poco más, comiendo crispetas mientras encontraba lo que buscaba y perseguía al mismo señor, me encontró una rana, luego una viejita, y así, un montón de personajes que me hacían perder mi objetivo, al señor que no alcanzaba.




Finalmente entré a un salón gigante lleno de gente, decidí seguir por algo como un laberinto con una puertica y por fin encontré al señor, al de sombrero y gafitas, el que resultó ser un escritor, un traductor, un poeta, mi favorito cuando era pequeña, el de Mirringa Mirronga, el de Simón el bobito, él era mi meta.

Mi camino lleno de particularidades era el cuento en el que me metí cuando fui a la Fiesta del Libro y la Cultura, fue la historia que leí mientras me antojaba de los libros, mientras recordaba mis cuentos favoritos de cuando era pequeña, los de “Cuentos morales para niños formales”, mientras deseaba vivir en una librería.

La literatura para mí es el método ideal de no ser más yo, de pensar siendo alguien más, de hacer cosas que no haría, pero cada año, cuando voy a la fiesta del libro, dejo de ser sólo yo, y empiezo a ser la niña que juega, la dummie que no conoce, la joven que se sienta a escuchar una conferencia, el consumidor que recatea libros, la turista que toma fotos, “la avispada” que empieza a leer sin que el dueño se dé cuenta, y entonces todo se convierte en otro mundo dentro de mi ciudad, en esta ocasión, en un cuento de toda Latinoamérica, en una historia más, llena de letras en imágenes y en portadas de libros.


Por: Natalia Pérez Ospina

domingo, 23 de octubre de 2011

¡Fiesta del Libro!

¿Por dónde empezar? Había tantas personas paseándose por los laberínticos espacios ocupados por los stands, tantos colores que me hacían sentir involucrada allí, tantos libros que me hacían antojar sin duda de acercarme y al menos ojearlos rápidamente; los había de todo tipo, era fascinante detenerte y “saborear” al menos algunos de tantos, mirar, tocar e interpretar todo lo que en tal fiesta estaba presente.
El paso efímero de los visitantes, los rostros pintados de los niños, los vestuarios de los actores, las voces de las personas, el ruido de los pájaros, el olor a seguridad, el silencio profundo de la naturaleza como un fondo acompañante fiel; fueron factores importantes en el momento de comprender diversidad de situaciones propias de aquel lugar, permitieron viajar un poco más allá y encontrar sentidos que a simple vista no era posible capturar.
Simplemente fue una visita necesaria, las posibilidades de aprender fueron infinitas, la exquisitez de las historias acompañadas por el café, la realidad opacada por la ficción, la introducción en mundos inexistentes, hicieron del lugar, de la fiesta, del evento algo realmente maravilloso.

jueves, 20 de octubre de 2011

informe feria del libro

Por aquí pasaron  y dejaron huella.

La última feria del  libro y la cultura de Medellín que se llevo a cabo del 9 al 18 de Septiembre, dejo ver algo más  que libros  costosísimos y trilladas novedades de vitrina, Varios protagonistas del mundo cultural latinoamericano hicieron las delicias  del público con sus palabras  e incluso con su elegancia y desplantes, cinco de estos expedicionarios en los  bosques del jardín botánico dejan constancia de su encuentro con tales  especímenes y uno de ellos   fue Alessandra Rampolla  conocida como la diosa erótica donde estuvo  conversando  de lo mejor que se puede hablar  y siempre va haber  interés  del público, tuve la oportunidad de asistir y de estar  muy atento y de tomar  nota de todos  sus consejos y por eso quiero compartir lo que me pareció lo más importante de  dicha conversación sobre educación sexual.
 Alessandra ya no es la mujer troza de antes. Un by pass gástrico le bajó 35 kilos y la dejó con un look más comercial. Aunque algunos extrañamos su atractivo de antes, igualita a las mujeres del baño turco, de Ingres, o a las mamacitas que pintaban durante el renacimiento, todas repolluditas   y culoncitas. E l domingo 18 de septiembre, a las 7 de la noche, la fila para verla en el salón Humboldt era larguísima, un evento simultáneo, en el salón Linneo, se presentaría el poeta Omar Castillo con el auspicio de la revista Prometeo. El poeta Castillo salió al pasillo y miró preocupado su escasa audiencia.
Desconcertado, se acercó a una de las organizadoras: ¿Y esa fila tan larga es para quién? La chica lo miró: Para ver a Alessandra, una sexóloga. ¿Sí?, dijo Castillo, ¡uy, qué envidia! Y los que estábamos allí sentimos pesar, y casi nos salimos de la fila. Pero no, dijimos, solo por hoy, vamos a preguntarle a Alessandra cómo calmar las solicitudes de nuestras novias en el sexo anal. Otro día, lo prometemos, iremos a poesía. El salón estaba repleto de gente y casi no logramos puestos. Al rato, por fin apareció, Alessandra estaba delgada, con el pelo cortico y sus brillantes ojos de ardilla. De entrada no se dedicó a comentar su nuevo libro sobre educación sexual infantil, sino que dio la posibilidad para que el público participara y la conferencia se convirtió en una charla bidireccional, de preguntas y respuestas.
Una muchacha se levantó con el micrófono en la mano, mi hijo de seis años me preguntó, ¿Mamá, qué es pene? Y yo me quedé aterrada, y luego supe que, en el colegio, la profesora dijo que uno debía ser bueno para que el alma no pene, risas en el auditorio. Otra levantó la mano, A mí me preguntó mi hija qué era porno, ¿Y qué le contestaste?, le devolvió Alessandra. Pues no, le dije que eran fotos de hombres y mujeres haciendo el amor. Sí, dijo Alessandra, los niños no tienen esa malicia que tenemos nosotros.
Por favor, cuando hablen de sexo con sus hijos traten el tema con el mayor desapego emocional, hablen como si fuera un tema de biología, como una actividad reproductiva, pero nada de, y lo rico que se siente, es delicioso, no, nada de eso.
¿Y si me encierro con mi esposa y nuestro hijo comienza a preguntar qué estamos haciendo? Hay que aclararle que los adultos tienen un espacio privado y él debe aprender a respetar esos espacios.
Mi hijo tiene trece años y me preguntó cuándo puede hacer el amor. Esa está difícil, porque ninguno de nosotros le ha hecho caso a los papás en ese sentido, pero lo que sí le puedes decir es que el sexo se da entre personas adultas, y eso sí, bombardéalo de información para que esté bien preparado y pueda tomar sus decisiones.
Después de la educación para niños, va la duda por la que hemos venido. Esa pregunta nunca falta en mis conferencias. La clave es preparar la relación y tener en cuenta cuatro puntos. Alessandra los va contando en la mano:
1. Lubricación. El ano no lubrica de manera natural y si no está lubricado,duele.
2. Relajación. Y hay dos tipos de relación, una consiente en la que una tiene el control del cuerpo. Pero hay otra en la que el cuerpo se manda solo, sin hacer caso, así que hay que esperar a que el cuerpo responda.
3. De poquito a más. Hay que prepararse y los juguetes anales sirven mucho para comenzar a dilatar.
4. La persona que recibe es la que tiene el control.
5. Tomarlo con calma.
Al final, los aplausos y nosotros a buscar la salida. Hablar de sexo de manera clara y sin tabú debería ser parte de nuestra cotidianidad. Programas como Sexo a lo bien, de Telemedellín, al igual que Alessandra Rampolla, se preocupan por poner en la mesa estos temas y poder así dejar atrás nuestra hipocresía parroquiana. 
Por Diego Castro.





lunes, 17 de octubre de 2011

Feria del libro


Asistí a la feria del libro días después de la salida pedagógica que dio el profesos Josué, ya que en ese día me era difícil estar allí. La feria del libro me pareció un evento muy interesante y enriquecedor ya que fomenta la cultura e incentiva  a conocer sobre diferentes géneros literarios y escritores, por otro lado pude ver que se encontraban precios favorables para la adquisición de libros, me parece importante pagar un precio justo a la labor que ejerce los escritores pero más a un que los precios se ajusten un poco a los compradores colombianos, de esta forma no solo se reduce la piratería sino que también se incentiva y se le da más fuerza a la cultura ciudadana de nuestro país.
Entre los stand visitados el que más me gusto fue uno que encontré de libros usados  donde había una gran variedad de libros viejos pero interesantes como “El hombre en busca de sentido, del austríaco y sobreviviente del Holocausto Viktor E. Frankl”, con temáticas existencialismo entre otros, en particular me gusto uno que encontré era un libro de Milán Kundera que ciertamente robo toda mi atención, el nombre de tan agradable libro es “La insoportable levedad del ser”, dedique un poco de tiempo para leer unas cuantas páginas de esta novela lo cual puedo mencionar fue algo frustrante al sentir cada vez un mayor interés por seguir avanzando en la historia, conocer su desarrollo y entender el sentido que el autor quería transmitir con esa historia, lo que para mí resultaba un poco complejo ya que me vi impedida por el tiempo para leerla y el dinero para obtener tan valiosa obra literaria en aquel momento, (dejo en claro que días después adquirí el libro y felizmente pude terminarlo), fue una experiencia increíble ya que ciertamente no soy una persona que acostumbre a leer con frecuencia obras literarias a menos de que sea una exigencia académica, pero en esta oportunidad que se me dio a partir de la feria del libro, adquirí la obra por mi propio gusto y me hice participe de un universo totalmente ajeno al mío lo cual resulto ser  una experiencia muy enriquecedora.
A medida que avance en mi recorrido note que un gran porcentaje de las personas que visitaban la feria eran estudiantes de colegios seguramente también asistían como  una visita pedagógica  de las instituciones, vale la pena mencionar que aunque seguramente los vendedores no se vieron muy favorecidos en ventas, ya que este no es un público de mucha adquisición de textos, por lo menos no por gusto propio, no en su mayoría,  es interesante ver cómo se van enganchando a las stand al ver las portadas o formas de los libros coloridos y llamativos ya que muchos se detenían para observarlos con detenimiento.
Libros para todos, historia, sicología, infantiles, esotéricos “de todo y para todos”, no solo en las estanterías se veía reflejada esta feria del libro cuyo nombre de eslogan vale mencionar logro reunir en tan cortas palabras una gran inmensidad “Medellín una ciudad para leer y escribir” también se veía representada en las artes escénicas, en los muros con lecturas y los conversatorios con escritores invitados de otros países y del nuestro, en definitiva esta es una feria que nos permite reconocer y apreciar el fomento artístico no solo de grandes escritores extranjeros sino también de nuestro propio país y hurgar en nosotros mismos nuestro lado más intelectual.
Por: Andrea Naranjo Bedoya  


lunes, 10 de octubre de 2011

¡Qué viva la música, el viaje a pié, el cine colombiano, Héctor Abad Faciolince y el suicidio!


Tres días recorrí, disfruté y caminé el jardín botánico de “pé a pá” ojeando y hojeando. Estuve en estado de observación permanente. Caminé, escuché, oí, leí, miré, reí y comí. Atisbé los horizontes de la Fiesta del Libro y la Cultura 2011 y me monté mi propia fiesta.

El primer día recorrí los pasillos del orquideorama antojándome de imágenes y páginas que por el momento no podía leer. El segundo día visité y me deleité con las artes escénicas y con el mundo ficcional que la fiesta traía: un circo con payasos propios, libros con personajes propios, hojas con letras propias y gente con vidas propias. El tercer día me mojé, sí, me mojé y tomé tinto mientras me secaba, veía y escuchaba a uno de los hombres que más me encanta escuchar o leer: Héctor Abad Faciolince. 

Faciolince había prometido un conversatorio sobre Razas y culturas antioqueñas, pero a última hora cambió la temática de su charla por un contenido diferente. Yo esperaba entonces que me hablara de una ciudad llamada Angosta, o de la Basura, o de amores furtivos, pero no; en esa ocasión nos hablaría sobre el suicidio. Y sí, aunque el suicidio es incómodo y me sofoca, debo admitir que fue  entretenido escuchar la inherente relación que existe entre el arte, la literatura y el suicidio. Aunque yo, radicalmente, opto por vivir. 

Luego del suicidio y de sonreír mirando a Simón el bobito, llevé a mi casa a Fernando González con su viaje a pié. En el camino me acompañó Andrés Caicedo recordándome qué es sentir ¡Qué viva la música! y finalmente me bajé de la fiesta con Osorio compartiendo percepciones de Realidad y Cine colombiano. 

Se acabó la fiesta y no me dejó una chiva, una burra negra, una yegua blanca y una buena suegra; pero sí me dejó letras, palabras, historias, risas, personajes, personas, saludos y hasta un premio. 

Por: Isabel Tibaduiza Calderón

sábado, 8 de octubre de 2011

"Con el libro emprendo un viaje, ingreso al umbral que separa el millón de realidades posibles"



Día vuelta a la sección de anuncios del diario y vi que mi clasificado fue publicado con éxito: “el juego inicia de nuevo. ATT: Frederick Lazarus”. Después de haber perdido hasta mi nombre y de haber participado durante un año de un juego suicida, siempre en la posición defensiva, sentí un gran alivio al haber hecho un movimiento de ataque contra del Señor R. Ese día la venganza me supo a cereza, como a la que está en la punta de un apetitoso helado; sabía que era un buen inicio para destruir la vida de aquel anónimo que me llevó al infierno pero también sabía que aún faltaba todo el helado por disfrutar.


Rumplestiltskin volvió un caos toda mi vida, aquella que había armado minuciosa y solitariamente durante más de cinco décadas. Un día cuando llegué a mi casa, debajo de la puerta había un pequeño sobre con una R grabada en el reverso. Cuando lo abrí sólo fue necesario leer la primera frase para que mi corazón se acelerara y mis pensamientos de psicólogo cavilaran mil y un conjeturas: «Feliz 53 cumpleaños, doctor. Bienvenido al primer día de su muerte”. La carta era muy concisa en su misión; si no lograba descubrir la identidad del Señor R yo debía suicidarme o en su defecto matar a una persona cercana para salvarme. Si no lo hacía yo  Rumplestiltskin prometía hacerlo. Ese fue sólo el comienzo, el detonante del caos, de mis miedos; por eso retar al señor R con ese anuncio en el periódico significaba para mí el comienzo del fin, un fin que anhelaba con fuerzas; fuera cual fuese.



Con la vuelta de la hoja siguiente empezó a suceder algo inesperado. Recuerdo que comencé a reducir de tamaño, mis manos manchadas por el sol empezaron a blanquearse y la ropa comenzó a quedarme un poco más holgada. Recuerdo que incluso se hizo confusa mi memoria; como si de repente vaciara y guardara en un cajón  los cientos de pisoanálisis, mujeres, odios, Rumplestiltskin, todo. De hecho la habitación comenzó a cambiar, arbustos comenzaron a surgir de cada rincón y de cada pared. Estaba en el bosque de pinos que solía visitar cuando niño; el olor y la sensación al pisar las piñas con cada paso que daba no daban lugar a las dudas que había vuelto a ser ese pequeño Ricky lleno de sueños y curiosidad (porque fue precisamente esto lo primero que se evaporó cuando me abrasó la vida adulta). Instintivamente comencé a seguir el sendero que se había marcado con el constante paso de los caminantes y después de esquivar cientos de ramas atravesadas en el camino se abrió ante mis ojos un vasto espacio lleno de agua, colmado por todas las posibles e imaginadas variaciones del color azul, escenario de un hermoso espectáculo de sirenas danzantes y juguetonas, abrazadas por lo tentáculos del Kraken que se comportaba dócil ante la hipnotizante mirada de aquellas damas acuáticas.


Di vuelta a la hoja y regrese a mí, a mi cuerpo viejo, a mi ser desvencijado por tantos desvelos. La luz de la habitación parpadeo un poco haciéndome levantar la mirada hacia el sillón del frente en el que ahora estaba ella, toda lúcida, llena de vida: Lo.Li.Ta.  Se levantó del asiento y me coqueteó con cada paso (ella se comportaba normal, pero mi mente tergiversaba la realidad), con la cadencia de sus piernas infantiles, con el volátil movimiento de su vestido nuevo (era del color del melón). A pesar de que salió e la habitación sin siquiera permitir un roce de nuestras pieles, me dejó con cada fibra de mi piel extasiada, sólo pensaba en ese nombre, en esa silueta  … en esa figura niña … en ese nombre…………….ese nombre…………………………………………………….
 


La siguiente página me supo a su ausencia, a vacío. Quise seguirla pero de repente me harté de ella, de las mujeres, de los hombres, de la humanidad, de Rumplestiltskin, de todo. Deje a un lado el eslabón que me tenía atado a la nave con la que  viajé durante tantos minutos y me fui quedando dormido. También pensé en la próxima vez. Quizás ya no sería Lotita con su ternura e inocencia intacta, sería Paula con su salvajismo y constantes ganas de sexo. Quizás las sirenas serían reemplazadas por hermosas dríadas para embelesarme en la suave textura de sus manos. 




ÓSCAR EDUARDO RENDÓN CARDONA

miércoles, 5 de octubre de 2011

FERIA DEL LIBRO

Asistí a la feria del libro un día diferente al que estaba programado por el profesor, estuve en dicho evento y pude conocer muchas de las cosas que estaban programadas y que de cierta forma captaron mi atención, dentro de la feria pude estar en contacto con mi lado intelectual, en la sección de la estación de café, pude tomarme un delicioso café, el día que asistí puede disfrutar de una buena bebida y una buena compañía que me acompaño por dos largas horas, me encontré con un libro (Inés del alma mía) que sedujo todos mis sentidos de una gran autora Isabel Allende.


Estuve también interesada en la estación 7 donde pude ver varios vídeos sobre la ciudad, este lugar estaba atendido por al Alcaldía de Medellín, se recopilaba en esos vídeos historias sobre la ciudad y como esta ha ido progresando en cuanto a cultura, comercio, turismo, entre otras....


Otra de las atracciones que pude observar y que me pareció interesante estaba ubicada en la estación número 4, allí estaba todo lo relacionado con el dibujo manga, vi que la gente  intercambiaba dibujos e historietas, vi como algunas personas se sentaban a dibujar y hablar sobre este tema, aprecio mucho este tipo de arte, como algunos tienen esa destreza para la creación de personajes, como ven en el color y la forma, una manera de dar vida y de crear historias a partir de la fantasía.


Mientras recorría el Jardín Botanico pude ver que en algunas de sus zonas verdes estaban personas sentadas leyendo poemas, títulos famosos y fragmentos de autores como Porfirio Barba Jacob, Leon de Greiff, Antonio Alirio Machado entre otros....sus obras han trascendido en el tiempo han evocado historias de revolución y han enamorado de generación en generación...


En otra de las estaciones la 9 había una exposición a cargo de Comfenalco donde se mostraba toda la historia que se encierra tras la obra cien años de soledad del autor colombiano y premio Nobel Gabriel Garcia Marquez, relataba la historia de cada uno de sus personajes entre ellos estaban José Arcadio Buendía Patriarca de la familia Buendía y fundador de Macondo, quien a sus 19 años se casó con su prima Úrsula Iguarán, se le describía como una persona de carácter fuerte, de voluntad inamovible, de gran fortaleza física, con ilusiones extravagantes, gran interés por la ciencia, la mecánica y la alquimia, muy idealista y aventurero. También dentro de estos personajes interesantes estaba Úrsula Iguarán prima y esposa de José Arcadio Buendía. Además de ser el motor espiritual de la familia, era su cabeza económica. La describían como una mujer emprendedora y trabajadora que con su esfuerzo y prósperas empresas empuja hacia adelante a toda la familia Buendía. 
Son muchos los personajes que encierran esta historia, muchas generaciones que formaron la tradición e historia de Macondo, aquel viejo pueblito donde se configuro una de las mayores obras de esta famoso autor colombiano.


Son muchas las cosas que se pudo ver como la ciudad en pleno se llena por unos días de cultura, de historias que llenan la mente y el alma, como podemos encontrar diversión y esparcimiento en otra cosa distinta al mundo cotidiano y violento que nos rodea, como la ciudad misma nos ofrece espacios para la interacción y la comunicación entre ciudadanos.



Publicado por: Ana María Díaz Jaramillo