lunes, 12 de septiembre de 2011

20 palabras

Edificios redondos con apariencias anilladas, desafían la estructura de una de las facultades más diferentes y asombrosas de la nueva ciudad.
Muy común de los lunes en la tarde, estar en orillas del kiosco rosado tomando tinto y planeando la cena con la que asombraría a Marcela en el baile de aquel lugar. Mi nombre es Esteban Ortega, el tercer hijo de Teresa y Josué, un par de ancianos que dedicaron su vida al secreto del casillero que se encontraba debajo del mar. Luego de perder el secreto del bar que iluminaba el retraso del fin de semana en el que decidí hacer la aventura más inesperada y despiadada de la vida.
Fui el día más tenebroso para nosotros a comprar los tiquetes, que nos llevarían rumbo al lugar de las fantasías, donde nos apartaríamos de la realidad. El viaje empezó con un par de cervezas que marcaron el inicio de una calentura que contemplaba la noche oscura y ardiente.
El hotel Colombo era quizás uno de los más placenteros, puesto proponía en su itinerario tener emociones más candentes de nuestra realidad.


Veronica castro David

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