miércoles, 7 de septiembre de 2011

Composición con palabras dadas en clase


Un  tiquete comprado con la ilusión de volver a su tierra natal, un viaje retrasado por culpa del cansancio mental y en aquel kiosco mil tintos apaciguando la espera de un nuevo viaje de ilusión.
Así transcurría el tiempo de Josué en el aeropuerto, un tipo poco agraciado  y nerd que aunque tenía muchos estudios nunca ha tenido esa facultad que ha tenido su primo esteban de levantarse a la chica que quiera, o simplemente cualquier chica,  Josué  se avergonzaba de ser virgen por esta razón lo tenía en secreto donde su única confidente era su mano con la que a cada momento se daba unos cuantos pajazos, su mayor anhelo era poder  prescindir de esta, él deseaba perderla al costo que fuera.
Se llegó la hora, solo fue necesaria una llamada y por fin su vuelo salió, en Colombia toda su familia lo estaba esperando con una gran cena de bienvenida, acompañado de un casillero del diablo y gran diversidad de pasa bocas.
Sus primos Esteban y Teresa lo invitaron a una noche de descontrol, donde una cerveza tras otra hacia de la noche algo mágico haciendo que Josué se parara de su asiento a bailar y a gozar, ese fin de semana era todo suyo, estaba decidido a no volver a utilizar su mano nunca más.
A tres mesas de la suya estaba una joven hermosa, vestida con ropa ligera, el se acercó y la invitó a bailar, la joven con un sonrisa en su cara le dijo que no, que mas bien la acompañara afuera para ella fumarse un porrito, el sin ningún problema la acompañó, no hablaron mucho ella solo dijo que se llamaba Marcela.
 Josué por no quedar en ridículo y fuera de onda se resultó dando unos cuantos ploncitos, el comenzó a sentir un montón de sensaciones y emociones que no podía explicar, su grado de éxtasis, relajación, energía todo era confuso, diferente, pero lo disfrutaba, en esos momentos no le importaba nada.
En medio de la oscuridad, la música y el calor se sentía una gran energía compartida entre los dos, besos, caricias y manoseos, la noche transcurría y era para ellos dos.
Muy contentos y excitados estaban, pero la noche no fue perfecta del todo, el novio de Marcela llegó, un colombo argentino musculoso y bien presentado, se les acercó y agarró a Josué de su cuello tratando de levantar, pero este hombre no pudo hacer tal cosa, ya que Josué tenía sus dedos engarzados en los anillos vaginales de marcela, fue tanto el escándalo  que había en aquel lugar que todo el bar comenzó a pelear, todos contra todos y nadie sabía por qué, después de muchos gritos, puños, patadas, golpes Josué estaba casi muerto, en medio de su decepción y frustración, salió de aquel lugar, caminó y caminó por casi dos horas en medio de la fría, silenciosa y oscura noche el sentía que nada tenía sentido, fue ahí cuando resolvió subir hasta el último piso del edificio en donde vivía y de un decimo piso decidió quitarse la vida.

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