domingo, 21 de agosto de 2011

Historia de Bar


Descripción del bar

Un lugar moderno decorado con cuadros Pop Art y Vintage tipo años 80’s, lleno de color por todos lados y música en vivo, especial para sentarse a tomar algo,  estaban las opciones de cojines y puff en el piso al fondo del local, sofá en el intermedio, o la forma típica y común de todos los demás lugares mesa y sillas de cuatro puestos, que estaban ubicadas en la entrada del sitio, la música que se escuchaba estaba entre pop, rock suave  y balada, era un lugar  muy fresco, dinámico y calmado, muy apropiado para estar acompañado de amigos o pareja y poder hablar tranquilamente.

Es un lugar muy concurrido por personas entre los 20 y 30 años que disfrutan tomarse un vino tinto, un coctel, una cerveza, o cualquier otro trago que prefiera, pero siempre con una muy buena compañía. 
Las personas que atienden allí, son todas mujeres, son cordiales y muy serviciales te facilitan la carta y te sugieren tipos de cocteles y tragos extraños, además se ponen al servicio de sus clientes para cualquier petición que se les ofrezca.

Historia

Una tarde de viernes aún temprano, el lugar ya empezaba a llenarse  de muchas personas de diferentes edades y ocupaciones, pero se vivía un mismo ambiente en donde daba pie a una de esas inolvidables noches, todos se veían tan sonrientes como si la misma energía estuviese pasando por cada uno de ellos al mismo tiempo, allí en un lugar muy tranquilo lejos de la barra una pareja disfrutaban sus momentos de romance en donde tantas copas los hacía  olvidar de lo demás, sólo se dejaban transportar por la música… Por otra parte en la barra un grupo de viejos amigos disfrutaban y coreaban esa vieja canción que tocaba un grupo que los hacía  recordar muchos buenos momentos.

Las Luces suaves en los muros coloridos daban un perfecto ambiente a esa noche de bar en donde el grupo de rock invitado contagiaba a todos sus visitantes con aquellas canciones clásicas que sorprendía con su estilo a todo el público, punteos, bajos y batería complementaban y hacían que todos participaran en esta historia.

El tiempo parecía no transcurrir eran de esos momentos en que el tiempo se detiene y simplemente piensas en disfrutar, compartir con tus amigos, con tu pareja, apenas piensas en ti. Ya entre muchas copas y muchos brindis las personas encontraban en otras cualidades jamás vistas, era divertido por que parecía como si fuese a ocurrir una orgía en donde el deseo, el licor y el ambiente participaban como cómplice a una noche que guardaría todos estos secretos.

En ese momento los asientos ya no eran importantes para las mujeres, las mesas ya eran el lugar preferido en donde muchos tarareaban y cantaban haciendo suaves y sensuales movimientos de tal forma parecían excitadas por el gran momento vivido. La ropa empezaba a estorbar, la música estaba a tope, el calor y la noche eran demasiado intensos, los ojos y las miradas de las personas empezaban a buscar otras direcciones, direcciones mucho más bajas y libidinosas que ya no se centraban en el rostro de sus acompañantes.

Los brazos y las manos comenzaron a hacerse mucho más libres y juguetones, parecía que todos hubieran olvidado si habían ido al lugar en plan de pareja o simplemente en plan de amigos, todos parecían en plan de amantes que se perdían en el éxtasis de los aromas, del sudor y de las miradas de las personas con las que compartían la mesa; las manos se veían deseosas de comenzar a bajar cremalleras, de arrancar brasieres y destrozar jeans; pareciera que todo mundo estuviera teniendo erecciones mentales mientras fantaseaban perderse en los cuerpos de sus amigos sin importar si eran hombres o mujeres.

Más entrada la madrugada, aquel lujurioso bar comenzó a quedarse solo, las personas salían en diferentes grupos, algunos con más hombres, otros con sólo mujeres, otros acompañados de simplemente hombres y otros en una mixtura casi imposible de describir, ¿se conocerían por lo menos? Difícil de responder, lo único que sería sabio asegurar es que ninguno de ellos amaneció solo y mucho menos en la tranquilidad de su casa.

 Jackeline Osorno Lòpez

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