Oh sorpresa cuando la clase dio un giro de
360 grados, más que sorpresa si tenemos en cuenta las restricciones de la
universidad o el Doctor Hincapié acerca de la forma que se dictan las clases.
El caso es que Josué pronunció las palabras mágicas “NOS VAMOS PARA LA FIESTA
DEL LIBRO” segunda vez que en clase haríamos algo más importante y creativo que
recibir información del profesor.
En un hermoso y divertido grupo zarpamos hacia el jardín botánico,
donde nos esperaba un día lleno de cosas buenas. Al llegar allí nos encontramos
con otro mundo, todas las personas estaban en una tónica diferentes, todo era
alegría para los niños de los colegios, diversión, conocimiento, cultura y para
nosotros la oportunidad de conocer más de lo que realiza nuestra ciudad. Triste
porque ese día no teníamos dinero para comprar todo lo que queríamos leer, pero
en cierto modo nos actualziamos de los nuevos libros de publicidad,
diccionarios y mucho más, además de ver obras de teatro, personas creativas,
innovadoras, y a josué de sombrero.
Todo nuevo para unos y para otros un habito
de cada feria. Una actividad muy enriquecedora en cuanto a cultura, a modos de
vida, pues allí ecnontramos la revista que publican los reciclaldores para
aumentar sus ingresos, si se puede decir aumentar porque es para sobrevivir en
este mundo, una revista de papel reciclable obviamente, con fotografías de las
actividades que ellos realizan, contando crónicas, anécdotas, campañas y
actividades que se suman a sus labores diarias, todo esto por un costo de 500
pesos colombinos, como para no creerlo.
La fiesta fue toda una fiesta, un
homenaje a todas las personas que escriben para enriquecernos la vida, para transimitirnos
el conocimiento, un homenaje a Medellín y a quienes si les gusta la lectura y
ser mejores personas cada día.
Andrea Barrera Pulgarín
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